Hoy quiero hacerme eco de una noticia que se aleja un poco de lo que suelo escribir aquí. En realidad, sólo un poco, porque todo lo que aparece en este foro tiene siempre un elemento común: la ciencia. Para aquellos que no lo sepáis, en ciencia biomédica solemos hacer una distinción entre investigadores básicos e investigadores clínicos. Los básicos (que no quiere decir “sencillos”), se encargan de explorar cuestiones fundamentales de la naturaleza. Por ejemplo, cómo funciona la proteína que usamos en la ahora famosa PCR. Los investigadores clínicos llevan a cabo una investigación centrada en pacientes, son los responsables de hacer ensayos clínicos. Bien, además de esta clasificación, podríamos añadir a los investigadores traslacionales, que son aquellos que hacen un poco de las dos partes, “uniendo” el mundo básico y clínico. Personalmente, me encuentro ahí. ¿Y por qué os cuento esto ahora? Porque la creación de piel artificial para quemados ha sido un ejemplo de investigación traslacional. Veamos por qué.
Aprobación del uso de piel artificial para quemados.
La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) es la responsable de velar porque cualquier medicina que tomemos sea siempre segura y eficaz. Pues bien, la AEMPS acabo de aprobar el uso de piel artificial para quemados, como tratamiento para pacientes que han sufrido gran quemado. ¿Cómo se ha llegado a esto, y qué tiene que ver con la investigación traslacional?
Partimos de que algo que quizá no sepas, es que, en los casos de grandes quemados, el mayor enemigo del paciente son las infecciones. Nuestra piel, además de servirnos en verano para ponernos morenos (cuñita veraniega), es nuestra primera barrera frente a infecciones. Al quemarse, perdemos esa barrera y los pacientes sufren infecciones que llegan a su sangre, causando sepsis y en muchos casos, su fallecimiento. Actualmente, para combatir la ausencia de piel, se realizan trasplantes del mismo paciente. Es decir, se quita piel no quemada y se pone en zonas quemadas. Pero es fácil entender que esta solución es limitada, porque depende de cuánta piel no quemada hay.
La nueva aprobación de la AEMPS del uso de piel artificial para quemados viene a aportar una solución a estos casos.
Una historia andaluza de investigación traslacional
Todo empezó en 2017, en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. En la unidad de grandes quemados de este hospital eran muy conscientes de este problema. Para intentar darle una solución, como médicos, pero también como investigadores clínicos, colaboraban con el Grupo de Ingeniería Tisular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada. En este caso, investigadores básicos.
La investigación traslacional que ahora sabemos es exitosa y aprobada por la AEMPS, permite aislar células sanas tomadas de una biopsia del paciente quemado y desde ahí, generar un material compatible con la piel y tolerado por el paciente. Podríamos hablar de un biomaterial en términos científicos, pero mola más hablar de piel artificial.
Ahora, cuando los clínicos se enfrentan a uno de estos pacientes, aplican el procedimiento aprobado por la AEMPS, en colaboración con los investigadores básicos, para generar esta piel que se aplica en el propio paciente, contribuyendo a su curación evitando infecciones.
Este es el camino.
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel