Y la vacuna… pa’cuando? SARS-CoV-2 Diseño de una de las vacunas españolas.
Permitidme un toque de humor en estos tiempos inciertos. Os quiero hablar del desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. Actualmente existe un esfuerzo masivo en todo el mundo por conseguirla, con numerosos prototipos empezándose a probar en animales de experimentación, en lo que se llama la “fase pre-clínica” de desarrollo. Esto significa investigar si las vacunas funcionan en estos animales antes de empezar a probar si es segura en humanos, lo que supone la “fase clínica”. Para esto aún queda un poco, pero estamos en el buen camino. Empecemos por el principio.
¿Cómo funcionan las vacunas?
Es normal que todos estemos pensando en la vacuna contra el coronavirus (COVID19), pero hay algo importante a tener en cuenta. Una vacuna es una vacuna. De modo que su forma básica de actuar es común, ya sea contra el tétanos o contra el coronavirus. Entonces, ¿en qué consiste una vacuna?
Empecemos diciendo que una vacuna no es en sí un tratamiento que cure. Lo que se pretende con las vacunas es hacer que las defensas de nuestro cuerpo, el sistema inmune, reconozca algo como extraño y le ataque. Esto significa que mientras tienes una enfermedad causada por un agente extraño, como puede ser un coronavirus, una vacuna no sirve de tratamiento.
Sin embargo, lo que conseguimos con las vacunas es prevenir, es adelantarnos a que cuando ese agente extraño llegue a tu cuerpo, tu sistema inmune reaccione y logre eliminarlo, sin que llegue a causarte la enfermedad. En la caso de la vacuna contra el coronavirus, al preparar al sistema inmune para reconocerlo y eliminarlo, evitará que desarrollemos la enfermedad CoVid-19.
¿En qué consiste entonces una vacuna?
En todas las vacunas tenemos dos componentes, un antígeno y un adyuvante. El antígeno es aquello contra lo que queremos atacar, es decir, siguiendo con el razonamiento anterior, es el elemento extraño que puede infectarnos. En este caso, el coronavirus SARS-CoV-2 o alguna parte del mismo. El adyuvante es una “ayuda” que llevan todas las vacunas, que sirve para indicarle al sistema inmune que el antígeno que contiene la vacuna “es malo” y debe atacarle cuando se lo encuentre. Si no tuviésemos ese adyuvante, el sistema inmune reconocería al antígeno, al virus, pero no sabría que tiene que activarse contra él.
Partiendo de estos dos elementos básicos, tanto el antígeno como el adyuvante pueden ser de distintas formas. En el caso de que el antígeno sea un virus como es el caso que nos preocupa, puede ser el virus entero “atenuado”, es decir, tras un tratamiento que lo deje muy debilitado. También puede ser un virus muerto o partes del mismo. En el caso del adyuvante, se utilizan muchos compuestos, como por ejemplo, el aluminio. Recordemos que la función del adyuvante es ayudar al sistema inmune a que reconozca al antígeno como extraño, y por eso suelen ser compuestos que no tenemos en nuestro organismo como el aluminio.
¿Tenemos alguna vacuna en desarrollo en España?
Ahora que tenemos en mente cómo funciona y los componentes de una vacuna, quiero hablaros de una de las vacunas que se están desarrollando en España, concretamente en el Centro Nacional de Biotecnología (donde estuve trabajando cuatro años), en el laboratorio del Dr. Mariano Esteban y Juan Francisco García Arriaza.
La fórmula que están utilizando es muy interesante. Se trata de una vacuna que utiliza como antígeno una proteína del coronavirus (la proteína S). Lo llamativo es que en esta vacuna, ese antígeno S lo expresa un virus distinto al coronavirus, llamado MVA (que viene del inglés Modified Virus Ankara). Se trata de un virus similar al que causa la viruela (virus Vaccinia), pero modificado de forma que sólo se multiplica en pollos. Así, si un humano se infecta con el virus MVA, no desarrolla enfermedad. Sin embargo, en ese caso, el sistema inmune sí reconoce al virus MVA como extraño, actuando como adyuvante.
Lo que estos investigadores han conseguido es generar un virus MVA mutante que expresa la proteína S del coronavirus. La idea de esta vacuna es administrar un virus que sea reconocido como extraño (virus MVA), y por tanto actúe como adyuvante, a la vez que se administra el antígeno, la proteína S del coronavirus. ¿Ventajas? Los dos componentes de la vacuna van juntos, lo que facilita su producción. Además, al ser una vacuna con el virus MVA vivo, es muy potente en las respuestas que genera pero… contra el coronavirus, al llevar su proteína S. Además, recordemos que ese virus MVA no puede multiplicarse en nuestras células. De modo que se trata de una vacuna con un tremendo potencial protector y relativamente fácil de generar.
Actualmente esta vacuna está a punto de empezar a probarse en animales de experimentación, lo que supone el primer paso ppara ver si realmente funciona, y de ahí, pasar a ver si es segura en humanos.
Así que… aquí tenemos un ejemplo de que estamos en el buen camino. Pero parémonos un momento a pensar en esta vacuna. Se trata de un virus vivo, que no infecta a humanos, que se ha hecho mutante en un laboratorio, y que se va a utilizar como vacuna. Impresionante, ¿no?. Bueno, lleva su tiempo, pero es CIENCIA, con mayúsculas.
Y si tienes dudas… quédate en casa y consulta a profesionales!!!
Autor: Dr. CArlos del Fresno Sánchez; @arlosdel