Hay personas que cuando piensan en las infecciones de transmisión sexual (ITS) creen que son un problema de otros y que nunca le van a afectar. Sin embargo, cuando se analizan los datos que ofrece la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su página web, se llega a la conclusión de que la realidad es bien distinta. Cada año se producen más de 350 millones de nuevos casos de las ITS con mayor incidencia. De estos, aproximadamente 130 millones de se corresponden con nuevas infecciones por clamidia, 78 millones de gonorrea y 5,6 millones de sífilis. Además, se estima que en el mundo hay más de más de 500 millones de personas con el virus del herpes simple (VHS) y más de 290 millones de mujeres están infectadas por el virus del papiloma humano (VPH).
En muchos de los casos, las ITS cursan de forma asintomática o con síntomas leves que, por un lado, dificultan su diagnóstico y, por otro, redundan en una mayor transmisión de la infección a otras personas. Sin embargo, las ITS pueden tener consecuencias graves para la salud. Por ejemplo, alrededor de 900 000 mujeres embarazadas contrajeron sífilis en 2012, causando complicaciones a nivel del feto en alrededor de 350 000 casos, incluyendo casos de muerte prenatal. Por otro lado, la aparición de cepas resistentes a los antibióticos ahonda en las complicaciones de algunas de estas ITS. Un dato a tener en cuenta es que algunas ITS, como la sífilis o el herpes genital, pueden incrementar el riesgo de transmisión del VIH.
A pesar de los avances en la detección y tratamiento de algunas de estas infecciones, en lugar de observarse un descenso en estos números, algunos de ellos incluso se han visto incrementados los últimos años. Los expertos en el campo sugieren que este repunte en los casos de ITS sería consecuencia entre otros a cambios sociales y culturales como es la perdida al miedo de contraer VIH. En este sentido, la gente ya no considera la infección por VIH como una enfermedad que puede poner en peligro la vida, sino como una enfermedad crónica tratable.
No obstante, muchas de las ITS son prevenibles con el uso del preservativo y curables con el uso de antibióticos. El diagnóstico rápido, tratamiento de los infectados y el estudio de los contactos son claves para controlar esta situación.
Elaboración propia. Dr. Enrique Álvarez