¿Qué significan los datos que vemos sobre las vacunas contra el coronavirus?
En las últimas dos semanas hemos recibido la noticia que todos estábamos esperando: las vacunas en desarrollo contra el coronavirus parecen funcionar. Destaco en esta frase vacunas “en desarrollo”. No debemos olvidar que los datos de los que vamos a hablar proceden de las notas de prensa emitidas por las empresas productoras. Para tener datos concluyentes tendremos que esperar a que avancen los ensayos clínicos. Pero veamos qué significa realmente lo que nos están diciendo.
Para explicar los datos que estamos viendo, nos centraremos en las vacunas contra el coronavirus fabricadas por Pfizer y Moderna. La empresa Astrazeneca ha publicado también resultados prometedores que abordaremos en una próxima noticia.
Vacuna de Pfizer-BioNtech
El ensayo clínico para testar la eficacia (en otras palabras, saber si funciona) y la seguridad de esta vacuna incluye a cerca de 44.000 personas. Esto significa que es de esperar que la mitad de ellas reciban la vacuna y la otra mitad reciban un placebo, es decir, la solución que contiene la vacuna, pero sin el agente activo. Es importante destacar que ni las personas participantes, ni el personal médico que administra la vacuna saben si se está poniendo placebo o vacuna real. Es lo que conocemos como ensayo doble ciego.
Una vez administrada la vacuna, en el ensayo clínico se sigue a los participantes para ver si se contagian del coronavirus SARS-CoV-2 y desarrollan la enfermedad COVID-19. Pues bien, una vez que han detectado 94 casos de COVID-19 entre los participantes, un agente externo a la empresa ha mirado a cuántos de esos 94 participantes se les había administrado placebo o vacuna.
El resultado es que el 90 % de los casos de COVID-19 indicados habían recibido placebo. Y de ahí la noticia del 90 % de efectividad.
Vacuna de Moderna
El ensayo llevado a cabo por esta empresa se basa en el mismo principio que el anterior. En este caso, este estudio incluye en torno a 30.000 personas. Siguiendo con el mismo razonamiento, la empresa ha esperado a tener 95 casos de COVID-19 entre los participantes del ensayo clínico. Con los datos de esos casos, un agente externo ha visto que el 94% de los mismos habían recibido vacuna real, y de ahí el dato de su efectividad.
¿Nos creemos estos datos?
Como he comentado, las distintas empresas han lanzado estos datos en ruedas de prensa. Para tener una confirmación científica tendremos que esperar a ver datos completos en una publicación científica, donde se muestren y se discutan de forma clara. Pero ciertamente, debemos creernos estos datos. No olvidemos que tal y como he comentado, los datos son analizados por un agente externo a las empresas. Es como una especie de “auditoría externa”.
Además, al tratarse de datos procedentes de un ensayo clínico, las agencias reguladoras del medicamento tienen que autorizar a las empresas el que lancen estas noticias. Es de esperar que previo a su lanzamiento, las agencias hayan comprobado su veracidad.
De modo que si, parece que tendremos vacuna contra el coronavirus, y que será eficaz y segura. Todo ello gracias al desarrollo de ensayos clínicos.
¿Qué nos falta por saber?
En este caso, la respuesta es quizá menos esperanzadora, pero lo cierto es que nos falta mucho por saber. Fijémonos que estos datos proceden de 94 y 90 casos de COVID-19 entre todos los participantes (casi 44.000 y 30.000 respectivamente), con lo que faltan aún muchísimos datos por recopilar.
Sí es importante destacar que debido al bajo número de casos COVID-19 analizados, el que una vacuna muestre una eficiencia del 90% o el 94%, no significa ciertamente que una sea mejor que la otra. Necesitaremos tener datos de muchos más casos para poder saber si realmente hay diferencias entre ellas.
En cualquier caso, los datos de los que disponemos hasta ahora son muy esperanzadores. La ciencia, que avanza que es una maravilla…
Autor: Dr. CArlos del Fresno Sánchez; @arlosdel