El dengue es una enfermedad vírica. Se transmite por mosquitos que se encuentran entre las 10 amenazas para la salud pública mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Existen distintos tipos de virus del dengue, llamados serotipos. Esta enfermedad aparece en más de 125 países, y provoca cada año 390 millones de infecciones y 500.000 hospitalizaciones en todo el mundo. Es además la segunda causa de fiebre más diagnosticada en los viajeros que regresan a Europa desde países endémicos. Además, desde un tiempo a esta parte se está dando un incremento de casos en el área mediterránea. Puede parecer un tipo de infección alejada a nosotros, pero lo cierto es que, en países como Argentina, está empezando a ser un problema de sanidad de primer orden. La buena noticia es que tenemos una vacuna contra el Dengue.
Vacuna contra el Dengue
Desde el año pasado, los centros de vacunación internacional españoles cuentan con una nueva vacuna contra el Dengue llamada Qdenga. Esta vacuna ha demostrado una eficacia global para impedir casos clínicos de la enfermedad de hasta en un 80%. Hay que destacar que esta vacuna ha sido aprobada para la prevención de la enfermedad del dengue causada por cualquier serotipo del virus, en personas a partir de los cuatro años.
Se trata, además, de la primera vacuna contra esta enfermedad que puede utilizarse en individuos independientemente de si no es la primera vez que se infectan por el virus del dengue. Esto es relevante porque esta enfermedad tiene la peculiaridad de comportarse de forma más agresiva en segundas infecciones por nuevos serotipos.
El éxito de esta vacuna se observó en un ensayo clínico en el que participaron más de 20.000 niños y adolescentes sanos de entre 4 y 16 años que vivían en zonas endémicas de Asia y América Latina. La vacuna contra el dengue demostró una protección continuada frente a la enfermedad y la hospitalización, cuatro años y medio después de la vacunación, independientemente de la exposición previa al virus.
Sin necesidad de prueba previa
Un gran avance que aporta esta vacuna es el hecho de no necesitar comprobar si has sido infectado antes por el virus. Se trata de una ventaja relevante porque las herramientas de prevención disponibles hasta ahora requerían evaluar si el individuo se había infectado previamente.
En cualquier caso, no hay que confundir el hecho de evaluar si has sido infectado con la necesidad de recibir la vacuna. Es decir, puedes ponerte esta vacuna, aunque hayas sido infectado, pero la vacuna no evita que te infectes. Evita que se desarrollen síntomas clínicos. Vaya, evita que no tengas fiebre tras la infección.
De modo que la mejor estrategia para aquellos que viajan a zonas endémicas es ponerse esta nueva vacuna contra el dengue, y realizarse una prueba de detección al retorno de viajes a zonas endémicas.
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel