Vale, espero que el título os haya llamado la atención. Y es que ya la palabra tuberculosis suena mal. Lo sé. Pero la cosa es que hemos logrado demostrar que podemos utilizar a la bacteria que causa la tuberculosis para mejorar las respuestas de un componente clave de nuestro sistema inmunitario. Desde el laboratorio de Inmunomodulación hemos publicado un trabajo en el que, vacunando con Mycobacterium tuberculosis, la bacteria que causa esta enfermedad, conseguimos tener mejores respuestas inmunes. Eso sí, usamos a la bacteria… muerta. Aquí está el “truco”. Pero lo cierto es que esto nos permite decir que usamos la tuberculosis como tratamiento.
Basado en inmunidad entrenada
No es la primera vez que hablamos en este foro de inmunidad entrenada. Este proceso consiste en que un tipo de células que componen nuestras defensas, consiguen “recordar” que se han estimulado antes. Como ya expliqué en su momento, esto es el fundamento de las vacunas. Nos vacunamos frente a una infección para protegernos frente a esa misma infección. Lo que diferencia a la inmunidad entrenada es que te vacunas con un agente “X”, que puede protegerte frente a un agente “Y”. Y eso es lo que hemos visto en este trabajo.
Concretamente, nuestros resultados muestran que cuando vacunamos con la bacteria de la tuberculosis muerta por calor, logramos que nuestros monocitos, respondan mejor frente a componentes de otro tipo de bacterias, pero también virus. Y sabemos que responden mejor porque producen una mayor cantidad de productos capaces de eliminar esas infecciones. Es decir, logramos que nuestras propias células sean más eficientes.
Mucho mejor por la nariz
¿Cómo? Pues que el efecto protector que observamos es mucho mejor cuando damos a la bacteria muerta por la nariz. No olvidemos que estos resultados se han obtenido en ratones de laboratorio. Pero si, al darles la vacuna con la tuberculosis muerta por la nariz, conseguimos un efecto mucho más fuerte en la mejora de la respuesta frente a infecciones. Aunque parezca sorprendente, no es la primera vez que hemos visto este efecto.
Lo interesante es que de igual forma que vacunamos al ratón por la nariz, en el caso de humanos, podemos usar la vía sublingual. Es decir, podemos administrar vacunas aplicándolas debajo de la lengua. De hecho, es algo que se hace habitualmente. Esto se debe a que la lengua es una mucosa muy irrigada, con muchos vasos sanguíneos, y esto hace que lo que pongamos ahí, llegue enseguida a la sangre.
Muchas aplicaciones futuras
De momento, hemos visto que dando esta tuberculosis muerta mejoramos las respuestas frente a infecciones. Pero esto abre nuevas vías de investigación. La pregunta es, ¿frente a qué más cosas puede ser eficaz? Porque aquí tenemos una gran ventaja: trabajamos con una bacteria muerta. Y esto hace que este tipo de vacunas sea muy seguro. De modo que en esas estamos, a ver hasta dónde llegamos utilizando la tuberculosis como tratamiento.
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel