Nuestro estudio demuestra que tras dos dosis queda inmunidad celular
En algún que otro post anterior hablamos de que tras vacunarnos, podemos diferenciar varios tipos de “defensas” dentro de nuestro sistema inmunológico. Por un lado, la inmunidad humoral que representa la protección que generan los anticuerpos. Y por otro lado, la inmunidad celular. Esta última está formada por células que han reconocido un estímulo, que puede ser una infección o una vacuna y son capaces de reaccionar contra él si lo encuentran otra vez. En un artículo que hemos publicado recientemente en el Instituto de Investigación biomédica del Hospital la Paz, (IdiPAZ), hemos estudiado cómo se comportan estos dos elementos hasta ocho meses tras vacunarnos. Además, hemos realizado este estudio diferenciando personas que se habían infectado previamente con el SARS-CoV-2, de aquellas que no se habían infectado. Y los resultados son muy interesantes. Tras dos dosis, queda inmunidad celular. Veamos.
Respuesta a la vacuna más rápida con infección previa
Primeramente, analizamos la producción de anticuerpos y la respuesta celular catorce días tras la primera dosis de la vacuna y otros catorce días tras la segunda dosis. Como he comentado antes, diferenciamos entre gente con COVID-19 previo o “limpios”. Observamos que la producción de anticuerpos en los infectados previamente era mayor y más rápida que en personas que no se habían infectado. Es decir, la respuesta humoral era mejor. Sin embargo, cuando analizamos la respuesta celular, el resultado fue justo el contrario: mayor en personas no infectadas.
Esto es muy interesante, porque probablemente nos viene a re-confirmar que nuestro cuerpo es muy sabio. Ante una menor producción de anticuerpos, el organismo “busca” formas alternativas de protegerse. Y una de ellas es generar células que puedan combatir el virus. De modo que las vacunas protegen al poco tiempo de vacunarnos, aunque de forma diferente en personas que se infectaron de las que no.
Y… ¿tras ochos meses después de la vacuna?
Esta fue la siguiente pregunta que nos hicimos. Ya estábamos a vueltas con la tercera dosis y quisimos saber si quedaban restos de las “defensas” iniciadas por la vacunación. Por otro lado, queríamos saber si tanto tiempo después de infectarnos, todavía las respuestas eran diferentes entre personas infectadas o no.
A nivel de producción de anticuerpos, vimos lo que podría decirse, “estaban por los suelos”. Los niveles eran muy bajos. Podríamos pensar entonces que la vacuna dejaba de ser efectiva ocho meses tras la infección.
Sin embargo, al analizar la inmunidad celular seguía estando operativa. Pero además, independientemente de si nos habíamos contagiado antes, todos los voluntarios analizados tenían células de memoria contra el SARS-CoV-2 productoras de anticuerpos. Es decir, no teníamos anticuerpos “listos para actuar” circulando en la sangre. Pero sí las células que pueden producirlo si nos infectamos.
¿En resumen? Tras dos dosis queda inmunidad celular
Al poco tiempo tras vacunarnos, según si “habíamos cogido” la COVID-19 antes, la respuesta inmunológica a la vacuna era diferente… pero siempre en un equilibrio entre la producción de anticuerpos (humoral) y la inmunidad celular.
Tras ocho meses de la vacunación, puede que no tengamos anticuerpos. Pero sí células que responderán contra el coronavirus SARS-CoV-2. Estos datos refuerzan la necesidad de vacunar a la mayor cantidad de la población mundial con al menos dos dosis.
Fuente: Cell Reports
Autor: Dr. CArlos del Fresno Sánchez; @arlosdel