El riesgo de transmisión del VIH es mayor a través del coito anal que del vaginal. Las lesiones que se producen en la penetración anal favorecen esta mayor probabilidad de infección, sin embargo hay ciertos aspectos de la transmisión que todavía se desconocen. En una nueva investigación científica, realizada en el Instituto Gladstone y publicada en la revista internacional Mucosal Immunology, se muestra que la respuesta del sistema inmunológico a la infección por un virus varía dependiendo de la ruta de entrada y afectar, por tanto, a la propagación del virus por el organismo.
El principal objetivo del estudio era comprender cómo el sistema inmune responde a un virus cuando ingresa al cuerpo a través de diferentes puntos. En este sentido, se centraron en particular en rutas habituales de transmisión sexual de virus como el VIH o el virus de la hepatitis B como son la vaginal y la anal. En estas vías de transmisión se ven expuestas al virus las mucosas del tracto reproductivo femenino y el tracto gastrointestinal inferior.
Estas mucosas no son simplemente barreras que bloquean la entrada de patógenos de forma pasiva sino que son capaces de distinguir activamente las bacterias inofensivas de nuestra flora de microorganismos y otras sustancias potencialmente peligrosas. De hecho, las mucosas son la primera barrera que tiene el sistema inmunológico para frenar la entrada de estos patógenos.
En este estudio los investigadores, dirigidos por el Doctor Shomyseh Sanjabi del Instituto Gladstone, crearon un nuevo modelo de infección viral en el recto de ratones utilizando el virus de la coriomeningitis linfocítica (LCMV), que se utiliza con frecuencia en investigación científica como modelo de infección para otros patógenos como puede ser el VIH. Los datos obtenidos fueron comparados con los hallazgos obtenidos en un trabajo anterior publicado en 2016 en el cual analizaban la infección por LCMV en la mucosa vaginal.
La infección vaginal por LCMV provoca una respuesta tardía de las células del sistema inmunológico. Esto se traduce en que el virus tarda más en eliminarse del tracto vaginal. Además, observaron que el virus quedaba en la vagina y no se diseminaba a otros tejidos del ratón. Estos resultados contrastan con los hallazgos de este nuevo estudio de infección de LCMV en el recto. La exposición rectal desencadena una rápida activación del sistema inmune innato y el reclutamiento de linfocitos en el colon que consiguen controlar la replicación viral en este tejido. Sin embargo, en el modelo de infección en el recto se observó que el virus se propaga rápidamente por todo el cuerpo. Además, se descubrió que el virus no se propaga por la sangre en forma libre sino que lo hacía en el interior de linfocitos B y en menor medida por linfocitos T CD8. Cabe destacar que esta estrategia de diseminación es similar a que sigue el VIH.
La conclusión de este estudio es que la activación del sistema inmunológico frente a los virus es diferente en función del sitio de infección como se demuestra en la mucosa vaginal y rectal. Además, esta diferente respuesta frente al virus puede jugar un papel clave en la diseminación posterior del virus. Generalizando, estos hallazgos pueden ayudar a comprender el mecanismo de transmisión por vía sexual de muchos virus tales como el VIH, el virus de la hepatitis B, el virus del Zika y otros.
Fuente: Martin Trapecar et al. B cells are the predominant mediators of early systemic viral dissemination during rectal LCMV infection. Mucosal Immunology, 2018; DOI: 10.1038/s41385-018-0009-4