Muchos de nosotros venimos de nuestro descanso veraniego, momento en el que tradicionalmente, se dan más separaciones de pareja. Pero verle el lado bueno, también es el momento de compartir más tiempo con la persona amada o de encontrar “historias de verano” pasajeras. En estos dos casos, el beso es un elemento fundamental. Pero ¿qué puede transmitir un beso? Empecemos por saber cuándo empezaron los humanos a besarse y qué puede transmitir.
¿Qué puede transmitir un beso?
Un trabajo recientemente publicado en la prestigiosa revista científica Science ha investigado en la historia del beso. Según este trabajo, documentos antiguos indican que las civilizaciones del antiguo Medio Oriente ya se besaban hace 4.500 años. La práctica de besarse se habría iniciado en el sur de Asia.
Algo interesante al ver la evolución del beso a lo largo del planeta es cómo se acompaña de la propagación del virus del herpes simple de tipo 1, un patógeno muy frecuente que en la actualidad afecta a millones de individuos según reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta infección, la principal causa de herpes labial, se transmite mayoritariamente por contacto bucal y causa infecciones en la boca y zonas contiguas, y también puede provocar herpes genital.
La mayoría de las personas con herpes no presentan síntomas o son leves, lo que lleva a que muchas desconocen que están infectadas, y pueden transmitir el virus sin darse cuenta. Son los asíntomáticos de los que aprendimos durante la pandemia COVID-19. Bien, según explica el artículo, una de las principales vías de contagio es precisamente a través de los besos. Esto permite vincular el primer registro escrito de un beso en la historia de la humanidad con la expansión del virus del herpes simple de tipo 1.
De esta forma, además de su importancia para el comportamiento social y sexual, el beso pudo sin querer haber desempeñado un papel en la transmisión de microorganismos, lo que podría causar la propagación de patógenos entre los humanos. De hecho, aunque en la antigüedad no se reconocía la enfermedad causada por el virus del herpes, porque ni se conocía de la existencia de virus, sí que se encuentran descripciones de una enfermedad similar en textos antiguos.
Pero hay más…
Este no es el primer estudio que relaciona los besos como la principal vía de trasmisión de algunos patógenos. Existen otros trabajos que relacionan algunas enfermedades transmisibles con los besos. Esto aplica no sólo al herpes, sino también al citomegalovirus, o al de la mononucleosis (virus de Epstein-Barr). Este último causa de hecho una infección más conocida, como la enfermedad del beso. También puede aplicarse al virus del papiloma humano.
La conocida como enfermedad del beso, cuyo virus causante se disemina por la saliva, ocurre con mayor frecuencia en adolescentes y jóvenes. Sin embargo, puede presentarse a cualquier edad. Sus síntomas, que incluyen fiebre, dolor de garganta, ganglios linfáticos inflamados, no suelen ser graves, aunque a veces puede complicarse.
Otros patógenos que se diseminan por la saliva, y por lo tanto, puede transmitirse por los besos son los Streptococcus del grupo A. Este tipo de bacterias, que a menudo se encuentran en la garganta y en la piel, y que causan faringitis estreptocócica, se adhiere a la superficie interior de las mejillas, la boca, la lengua o los dientes.
Otro estudio apuntaba a que los besos pueden ser fuente de contagio de los virus gastrointestinales, cuya transmisión se ha descrito tradicionalmente como fecal-oral, por ejemplo, por una deficiente higiene de manos.
¿Entonces, qué hacemos?
La recomendación es vigilar nuestra salud, consultar con los profesionales en caso de percibir síntomas, aunque no parezcan relevantes. Y besarse, besarse mucho.
Fuente: Science
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel