Se cumplen 10 años de la incorporación de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) en el calendario de vacunación español. En este calendario, la vacuna se administra a niñas de 12 años, aunque la vacuna está disponible en farmacias para cualquier persona que quiera adquirirla. ¿Y por qué podría alguien estar interesado en adquirir esta vacuna no incluida en el calendario oficial de vacunación? (Página de la Agencia del medicamento)
Para intentar responder a esta pregunta, conozcamos primero al protagonista de esta historia: el virus del papiloma humano. Lo llamamos “el” virus, pero en realidad se trata de una familia de más de 200 miembros que se identifican mediante números que llamamos serotipos. El VPH constituye actualmente la enfermedad de transmisión sexual más prevalente en el mundo, ya que infecta a una de cada diez mujeres y a dos de cada diez hombres.
Para la mayoría de estos portadores, el virus pasa desapercibido ya que no muestra síntomas debido a que nuestro sistema inmune logra eliminarlo. Sin embargo, en otras ocasiones el VPH genera síntomas como la aparición de molestas verrugas en manos, pies y genitales. El problema es que el VPH puede ir más allá y generar distintos tipos de cáncer como de faringe, pene, ano, vagina y principalmente del cuello de útero, también llamado cérvix. Para que nos hagamos una idea de la relevancia del VPH en este sentido, en torno al 60 % de estos tumores se generan a consecuencia del virus.
¿Y qué hace que el VPH pase desapercibido o pueda generar un cáncer?
La principal razón es el serotipo que nos infecte, el VPH es un virus que posee capacidad lisogénica. Es decir, posee la capacidad de integrar o introducir su material genético en el interior del nuestro. Si ese material genético se integra en una región no funcional o sin importancia, no va más allá. El problema es que en ocasiones se introduce en un punto clave del ADN y causa la muerte de la célula o peor aún, su transformación en una célula cancerígena. Son los serotipos de alto riesgo los que tienen mayor tendencia a esta lisogenizar.
Existen serotipos de bajo riesgo como el VPH 6 y 11 que causan alrededor del 90% de las verrugas genitales benignas. Y los de alto riesgo como el VPH 16 y 18 que generan aproximadamente el 70% de cánceres de cuello de útero. Y esto nos lleva a la primera pregunta que nos hacíamos. La vacuna contra el VPH es una vacuna que llamamos tetravalente, porque protege contra estos cuatro tipos de virus, de modo que previene la infección contra los principales y más agresivos VPH .
Sin embargo, la vacuna del papiloma no protege contra todos los serotipos (ya hemos dicho que hay más de 200), de modo que incluso vacunados, no estamos totalmente protegidos del VPH , ya que podemos infectarnos por una variante contra la que no estamos vacunados.
Pero también al revés, incluso si ya estás infectado por el VPH , es interesante vacunarse, especialmente si el VPH con el que estás infectado es de bajo riesgo, ya que la vacuna te protegerá de los VPH de alto riesgo, previniendo el desarrollo de los cánceres mencionados anteriormente.
Por ello, como para cualquier virus, es importante conocer si estamos infectados. Pero en el caso del VPH es mucho más importante saber con qué serotipo de virus estamos infectados para saber si es de bajo o alto riesgo. Actualmente, existen pruebas que permiten detectar el VPH y diferenciar muchos de los serotipos de alto riesgo (Ver pruebas que realiza Empireo).
La propuesta de la organización mundial de la salud es ampliar la población a vacunar también a niños ya que los hombres pueden ser portadores y transmisores del virus. El objetivo es conseguir gracias a la vacuna del papiloma que el cáncer de cuello de útero llegue a ser una enfermedad rara. Para ello, es importante saber si tenemos VPH y sobre todo qué VPH . Tanto hombres como mujeres.
Y si tienes dudas… ven a vernos!!!
Fuente: Organización Mundial de la Salud (https://www.who.int/es/home)
Agencia Española del Medicamento (https://cima.aemps.es/cima/publico/home.html)
Instituto Americano del Cáncer (https://www.cancer.gov/)
Autor: Dr. Carlos del Fresno Sánchez; @arlosdel