Ya empezando con pseudo… la cosa no pinta bien. Desde un punto de vista científico, como puede ser el mío, una pseudoterapia es un tipo de tratamiento que tiene un poquito de ciencia “retorcida” y un mucho de miedo, desesperación y desinformación. Os hablo de estoy porque la modelo australiana Ellen MacPherson acaba de publicar sus memorias, donde cuenta que padece un cáncer de mama. Tras visitar a 32 médicos que le han recomendado someterse a quimioterapia, ella ha decidido un tratar su enfermedad con un “enfoque holístico”, utilizando medicina integrativa. Y es aquí donde pseudoterapia y cáncer se juntan.
¿Qué es la medicina integrativa?
Se trata de una aproximación terapéutica basada en combinar la medicina convencional con la natural, apartándose de tratamientos químicos. Integra técnicas de meditación, ejercicio como el yoga y una mejor nutrición. Faltaría decir por mi parte que esto, dicho así, no sea beneficioso. En los tratamientos antitumorales, todos estos aspectos, que refuercen al paciente, y concretamente a su sistema inmunológico, son importantes. Pero no consiguen parar un cáncer.
Recordemos que el cáncer es un crecimiento descontrolado de nuestras propias células. Una vez que ese proceso se escapa fuera de control, una medicina integrativa no es capaz de pararlo. Para conseguir luchar al menos contra un crecimiento tumoral, hace falta quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia o cirugía. Mantener al cuerpo sano en ese momento ayuda a que estos tratamientos funcionen… pero no cura por sí solo. Pseudoterapia y cáncer… justito.
Pero el ejercicio y una dieta saludable… bien, ¿no?
Sin duda. De hecho, el tipo de hábitos incluidos en la medicina integrativa son ciertamente recomendables como estilo de vida. En este sentido, una alimentación equilibrada, ejercicio moderado, y en general, situaciones que minimicen el estrés, reducen la posibilidad de padecer cáncer. Es decir, es un elemento preventivo.
Pero una vez que, desafortunadamente, el cáncer aparece, lo que necesitamos son tratamientos que se hayan sometido a un ensayo clínico y que hayan demostrado su eficacia. O si acaso, formar parte de esos ensayos clínicos para poder seguir avanzando y esperar que funcionen en ese paciente.
Apartémonos de los pseudo, y vayamos a la ciencia.
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel