La mayoría de las epidemias de VIH que se producen en una determinada población tienen como cepa mayoritaria aquella que primero se introdujo. En una reciente publicación científica se ha encontrado una posible explicación de por qué otras cepas variantes que se introducen en esa misma población invaden tan lentamente.
Estudios filogenéticos de las diferentes cepas de VIH a nivel mundial muestran que, fuera de África,la epidemia global esta compartimentalizada en epidemias locales dominadas por un único subtipo, que en general es la cepa que primero colonizó la población. Este efecto podría ralentizar la invasión de nuevas cepas, y por lo tanto la diversificación de la epidemia de VIH. Hasta ahora se desconocía en gran medida como esto era posible. Sin embargo, en un estudio llevado a cabo por un equipo de investigación de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest y publicado en PLOS Computational Biology se realizaron simulaciones de epidemias en diferentes escenarios considerando parámetros empíricos para así entender cómo distintas cepas de VIH compiten e interfieren entre sí para propagarse en la misma población.
El resultado principal de esta investigación es que una vez que una cepa de VIH se ha establecido una epidemia estable en una determinada población, la invasión de otros subtipos de VIH se ralentiza enormemente y por tanto la primera cepa se mantiene como dominante. Esta ralentización es más debil cuando la segunda cepa se introduce mientras la primera cepa se encuentra todavía en su fase de crecimiento o expansión. La explicación que le encuentran se debe principalmente a que los individuos infectados por VIH tienen una esperanza de vida relativamente larga y son resistentes a una superinfección por una segunda cepa. Además, estos individuos toman precauciones para evitar la transmisión entre sus contactos sexuales lo que ayuda aún más a frenar el avance de nuevas cepas.
Una idea interesante derivada de estos resultados es que las variantes dominantes de la epidemia mundial de VIH pueden no ser las cepas más transmisibles. Los autores encontraron que, para que una cepa secundaria llegara a ser dominante en un periodo de tiempo largo (décadas) necesitaría una ventaja en la eficiencia de transmisión considerablemente mayor que la cepa fundadora (estiman que hasta un 25% más eficiente en su transmisión). Por tanto, en algunos casos la cepa original puede haber colonizado una población por mero azar, aun no siendo la más “adaptada”, y una vez establecida impedir que cepas más transmisibles avancen en esa población. Sin embargo, es posible que a través de mutaciones aparezcan cepas de VIH considerablemente más transmisibles que, con el tiempo, puedan llegar a desplazar a las cepas actuales. En definitiva, hay que pensar en la pandemia de VIH como un sistema dinámico que va cambiando con el tiempo.
Trabajos científicos como este, dan una idea de las ventajas que proporciona la simulación asistida por ordenador en el estudio de la diseminación de epidemias ya que permite de forma rápida obtener información en escenarios muy variados y ayudar a comprender mejor cual puede ser la posible evolución de la epidemia.