El brote de enterovirus activo actualmente en Cataluña, que podría estar detrás de complicaciones neurológicas que han aparecido en algunos niños infectados, está generando un alto impacto en los medios de comunicación con la consecuente alarma social. Los enterovirus son un género perteneciente a la familia de los Picornavirus (pico: pequeño, RNA virus), dentro de la cual se incluyen agentes patógenos que causan importante enfermedades en humanos y animales como son el virus de la Poliomielitis, el virus de la hepatitis A y el virus de la fiebre aftosa, entre otros.
De acuerdo con los datos clínicos, cuando la infección por enterovirus produce síntomas, estos suelen ser de carácter leve, similares a los de la gripe como fiebre, conjuntivitis, vómitos, y diarrea. Sin embargo, algunos serotipos de enterovirus se han asociado con una mayor incidencia de complicaciones respiratorias (neumonías) y neurológicas, pudiendo llegar a producir parálisis similares a las que provoca el virus de la Polio, otro enterovirus del cual estamos protegidos gracias a la vacuna que se administra desde los primeros meses de vida.
¿Cuáles son las pruebas que se realizan para detectar infecciones por enterovirus?
En general, el diagnóstico de las infecciones por enterovirus se realiza de forma clínica en base a los síntomas que aparecen. Para el diagnóstico de laboratorio se pueden utilizar diferentes técnicas como son la reacción en cadena de la polimerasa (de sus siglas en inglés, PCR), mediante pruebas serológicas y el aislamiento de los virus para su cultivo en células.
¿Qué aporta la PCR al diagnóstico de enterovirus?
La PCR es una prueba muy sensible y específica para la detección del material genético de enterovirus (en este caso ARN). En la prueba de diagnóstico por PCR se amplifican exponencialmente determinadas regiones conservadas de ARN de los enterovirus. Por tanto, a partir de un pequeño número de copias de esta secuencia se producen millones de fragmentos que son fácilmente detectables mediante instrumentos de laboratorio. La PCR se puede utilizar con diferentes muestras biológicas como son líquido cefelorraquideo, suero sanguíneo, exudados de conjuntiva, heces, etc. La PCR proporciona resultados rápidos con alta fiabilidad siendo la mejor opción para el diagnóstico de enterovirus cuando se utiliza líquido cefalorraquideo, ya que con estas muestras la sensibilidad y especificidad están próximas al 100%. Sin embargo, la PCR es una técnica más cara, que además necesita de instalaciones y equipos que garanticen que se realiza en condiciones adecuadas por lo que su disponibilidad es limitada en regiones de recursos limitados.
Como sucede en el diagnóstico de infecciones por otros virus como el VIH, con la PCR cuantitativa, también llamada a tiempo real, es posible determinar la cantidad de virus presente en la muestra del paciente y dar una idea de lo avanzada que esta la infección en un primer diagnóstico. Además, cuantificando los virus mediante la PCR cuantitativa, se puede conocer si la infección se controla o sigue avanzando tras el establecimiento de los tratamientos empleados para frenar la infección. Otra característica de la PCR a tiempo real es que facilita el multiplexado de las detecciones. En otras palabras, permite la detección simultánea, identificación y cuantificación de diferentes serotipos de enterovirus, que es de gran ayuda puesto que el riesgo de la aparición de complicaciones neurológicas depende en gran medida del serotipo detectado.
Aislamiento y cultivo de los enterovirus
Según donde se encuentre la infección, el virus se puede aislar de líquido cefalorraquideo, sangre o heces. El rendimiento de esta técnica es muy variable dependiendo de la cantidad de virus presente en la muestra variando la sensibilidad entre el 60-75%. No obstante, el rendimiento aumenta cuando se toman muestras de múltiples sitios. Para determinar si existe una infección por enterovirus en esas muestras, se analiza si aparece el efecto citopático característico (cambios en la morfología celular) que producen estos virus en los cultivos celulares. Además, se puede confirmar este efecto citopático mediante inmunofluorescencia indirecta utilizando anticuerpos específicos.
Pruebas serológicas
Como en la infección por otros microorganismos, el cuerpo humano genera anticuerpos para hacer frente a la infección por enterovirus. Estos anticuerpos se pueden detectar mediante distintos análisis serológicos. En general, en las fases agudas de la infección por enterovirus se incrementan significativamente los niveles de anticuerpos específicos que comienzan a reducirse en la fase de convalecencia. Sin embargo, este método de diagnóstico es altamente dependiente del serotipo y sensibilidades están por debajo de la PCR por lo que se utiliza con menor frecuencia.
En el diagnóstico de la infección por enterovirus se utilizan en ocasiones otras técnicas indirectas que pueden ayudar a sospechar de la infección por esta clase de virus. Por ejemplo, la medida de enzimas cardíacas que pueden estar alteradas en personas con miopericarditis viral. En casos de meningitis el conteo de leucocitos está ligeramente elevado con un predominio de linfocitos especialmente durante los primeros días de la enfermedad.
Dr. Enrique Álvarez. Elaboración propia.
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