La identificación de nuevos antivirales con cada vez mayor efectividad y amplio espectro es una necesidad de la medicina, especialmente ante la aparición de nuevos virus emergentes como el virus del Zika o el Chikungunya. Para obtener nuevos antivirales, en ocasiones, los investigadores aprovechan moléculas producidas por otros organismos. Sin embargo, es menos frecuente que estas moléculas tengan su origen en los humanos.
En una reciente investigación, publicada en la prestigiosa revista Nature, un equipo de científicos ha desvelado el modo de acción de una enzima denominada viperina presente en humanos y otros mamíferos. Esta enzima ya se conoce que tiene efectos antivirales frente a amplia variedad de virus, como el virus de la hepatitis C, el VIH o el virus de la rabia. En concreto, la viperina cataliza la reacción de producción de ddhCTP, una molécula que evita que los virus copien su material genético y que por tanto se multipliquen. La idea que presentan los investigadores en el artículo es que si se desarrolla un medicamento que promueva la producción de esta enzima dentro del cuerpo humano podría ser utilizada como una terapia de amplio espectro.
Ahondando un poco en el mecanismo, el ddhCTP actúa de manera similar a como lo hacen medicamentos denominados análogos de nucleótidos que se utilizan para tratar virus como el VIH y la hepatitis C. En concreto esta molécula se incorpora al genoma del virus naciente durante la replicación bloqueando la incorporación de más nucleótidos por la ARN polimerasa y evitando por tanto que la síntesis de nuevas copias de material genético viral.
La mayoría de los análogos de nucleótidos disponibles actualmente en medicina tienen origen sintético y en muchos casos pueden interferir con funciones fisiológicas de la célula. Esto se debe a que los nucleótidos son utilizados por una amplia variedad de enzimas celulares cuya actividad puede ser bloqueada por estas moléculas sintéticas lo cual derivan en un efecto negativo para la salud de las personas que están siendo tratadas con estos medicamentos.
Sin embargo, los autores de este trabajo sugieren que el ddhCTP podría ser mucho más seguro en relación a su toxicidad al estar presente de forma natural en organismo de los humanos. De hecho, este compuesto es utilizado por las células con el mismo objetivo que el que se le pretende dar en medicina, es decir como antiviral de amplio espectro. Ese es, por tanto, un ejemplo más de como la naturaleza ha creado mecanismos eficaces para combatir las infecciones.
Como prueba de que el ddhCTP tiene un amplio espectro antiviral, el equipo de investigación consiguió inhibir la replicación de varios flavivirus incluyendo el virus del Zika, el virus del dengue y el virus del Nilo Occidental. Sin embargo, otros virus como el rinovirus humano y el virus de la polio no son sensibles a esta molécula. Esto hace pensar que las ARN polimerasas de estos picornavirus pueden contener estructuras que les confieren una resistencia frente al ddhCTP y que será el punto de partida de nuevas investigaciones científicas e incluso de otras terapias antivirales.
Entradas relacionadas: ¿Podrían los gatos ayudar a tratar el VIH?, En la búsqueda de antivirales de amplio espectro
- Fuente: A naturally occurring antiviral ribonucleotide encoded by the human genome. Nature, 2018; DOI: 1038/s41586-018-0238-4