¿Cuántas células pensamos que tiene nuestro cuerpo? Una primera respuesta es: muchas. Correcto. Pero a esta pregunta podría seguirle una segunda: ¿mías o bacterianas?… espera, espera, ¿Cómo? Si, en nuestro organismo viven millones y millones de bacterias, que pueblan la piel, la nariz, la boca y especialmente el intestino. Se calcula que nos habitan 10 veces más bacterias que células tiene nuestro propio cuerpo. A este conjunto de bacterias que nos acompaña se le conoce como microbiota. Pues bien, se acaba de relacionar la microbiota y la gravedad de la COVID-19.
Diversidad de la microbiota y gravedad de la COVID-19.
Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante ha identificado que la composición de la microbiota de la nariz y la garganta (nasofaríngea) es un marcador de la gravedad de los pacientes hospitalizados por COVID-19.
El estudio analizó la diversidad de esa microbiota en las vías respiratorias de los pacientes. Esa diversidad significa cuán variadas son las bacterias que existen en esa zona del cuerpo. Los resultados mostraron que una baja diversidad o riqueza de microorganismos en las vías respiratorias se asocia al desarrollo de una patología más severa en pacientes con COVID-19. Comparativamente, pacientes que mostraban una elevada diversidad, mostraban una enfermedad menos grave.
En el proyecto se analizó la composición de la microbiota porque se está demostrando que su alteración influye en la evolución de muchas enfermedades. Para comprobar esta hipótesis, se estudiaron a 177 pacientes que ingresaron en el Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante por infección por SARS-CoV-2. Para ello, se utilizaron las muestras nasofaríngeas extraídas al paciente en el diagnóstico por PCR. En el análisis de las muestras, se recurrió a la secuenciación masiva, que permite analizar la diversidad bacteriana.
Resultados referentes a la diversidad de la microbiota
Los resultados obtenidos indican que la interacción entre las bacterias de la microbiota con el SARS-CoV-2 se da de diferentes formas en los pacientes leves y graves: una baja diversidad o riqueza de microorganismos en las vías respiratorias se asocia al desarrollo de una patología más severa en pacientes con COVID-19, en comparación con una elevada diversidad, que se relaciona con enfermedad menos grave.
Normalmente una microbiota diversa se asocia con un buen estado de salud. Esto se debe a que estas bacterias forman parte de nuestra flora habitual y su alteración puede estar asociada al desarrollo de diferentes enfermedades, o su empeoramiento.
Los resultados obtenidos en este estudio apoyan el papel de la microbiota en la evolución de determinadas patologías, poniendo de manifiesto la necesidad de seguir investigando en este campo, ya que en un futuro la microbiota podría ser un parámetro más a la hora de evaluar el pronóstico de algunas enfermedades.
¿Es la microbiota un nuevo factor de pronóstico?
La relevancia clínica de este hallazgo reside en que abre nuevas posibilidades para el pronóstico y tratamiento de estos pacientes. Conocer la diversidad de la microbiota de forma rápida en un paciente determinado puede ser un parámetro de gran ayuda para su manejo clínico, ya que podría ser un marcador pronóstico de evolución desfavorable.
Una vez confirmada la hipótesis, el siguiente paso debería ser la elaboración de un kit rápido y a ser posible, de bajo coste, con el que evaluar la diversidad de los microorganismos de la microbiota nasofaríngea. Esto permitiría predecir en el momento del ingreso y de manera temprana aquellos pacientes que podrían evolucionar hacia una enfermedad grave.
De modo que organismos aparentemente tan dispares como bacterias y virus podrían entrelazarse en el estudio de la COVID-19. Seguro que no es la última vez que hablamos de esta pareja.
Fuente: Diario médico
Autor: Dr. CArlos del Fresno Sánchez; @arlosdel