La tuberculosis es una enfermedad causada por la infección con Mycobacterium tuberculosis. Casi resulta una enfermedad antigua, y es que, de hecho, la tuberculosis es una de las enfermedades infecciosas más antiguas de la humanidad. Pero no sólo eso, es que se trata de la enfermedad que más muertes ha causado a lo largo de la historia. ¿Cómo te quedas? En números, esto significa que en los últimos doscientos años se ha cobrado la vida de más de mil millones de personas. Pero es que aún hoy, la tuberculosis es aún mortal ya que sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal.
La tuberculosis como enfermedad respiratoria
La bacteria se transmite por el aire y esta es la vía de infección, a través de las vías respiratorias. Una vez que se entra en contacto con la bacteria, pueden darse, al menos, dos escenarios. El que todos quisiéramos supone eliminar la infección sin mayor problema. Pero en realidad, lo que suele ocurrir es que la infección genera una respuesta de nuestro sistema de defense, el sistema inmunitario. Dentro de los mecanismos de defensa, se genera lo que se llama un “granuloma”. Se trata de una especie de coraza que se establece para contener la infección. Mientras que la infección está contenida, no se desarrollan síntomas. Pero si la bacteria escapa al granuloma, se produce la enfermedad.

La tuberculosis es aún mortal – Imagen de granuloma
Lo curioso es que alrededor del 25% de la población mundial está infectada pero no desarrolla la enfermedad. ¿Cómo se explica esto? Hay muchos factores que influyen en nuestra respuesta a la infección. Se sabe que entre el 5 al 10% de los infectados desarrollan la enfermedad en los dos primeros años. Pero además hay otros elementos a tener en cuenta, como la infección con VIH, diabetes, alcoholismo, tabaco o fármacos inmunosupresores. En el fondo, todos estos factores tienen un impacto en el sistema inmunológico, y por ello, en la respuesta a la tuberculosis.
¿Qué tenemos frente a la tuberculosis?
Por un lado, podemos prevenirla. Actualmente, la única vacuna disponible para la enfermedad fue desarrollada en 1921 y es muy eficaz. Si bien, existen 14 nuevos candidatos vacunales en fase de desarrollo clínico, avanzando hacia su prueba en humanos.
Por otro lado, a modo de tratamientos, existe una combinación de cuatro antibióticos administrados durante al menos 6 meses que funciona en el 95% de los casos. Si bien, la necesidad de los 6 meses de tratamiento hace a veces que se abandone y no sea del todo eficaz. Por ello, se están desarrollando nuevos tratamientos como la bedaquilina.
Pero quizá la pregunta más interesante es saber por qué no hemos conseguido erradicar a un enemigo tan “viejo”. Es decir, por qué la tuberculosis es aún mortal. Hay varias respuestas. Por un lado, algunas cepas de Mycobacterium tuberculosis son resistentes a antibióticos. Pero quizá el factor que más pesa es que el 25% de los casos de tuberculosis no se diagnostican correctamente. De modo que, como aprendimos en la COVID, cada caso sin diagnosticar sigue expandiendo la enfermedad. Además, como hemos comentado antes, existe una proporción de pacientes que son asintomáticos, lo que los convierte en potenciales portadores que transmiten la enfermedad.
De modo que aún nos queda mucho por andar, también en el caso de una infección tan antigua como la tuberculosis. Que no, que sigue siendo actual.
Fuente: Fundación la Caixa
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel