La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que la COVID-19 ya no es una emergencia de salud pública de interés internacional (ESPII). En la práctica, esto significa el final oficial de la COVID-19. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tomó la decisión siguiendo una recomendación del comité de emergencia COVID-19 de la organización. Este comité ha destacado la disminución del número de muertes y hospitalizaciones y los altos niveles de inmunidad de la población contra el SARS-CoV-2 como razones para poner fin a la ESPII.
El director de la OMS ha enfatizado que la COVID-19 sigue siendo una amenaza para la salud mundial y que la nueva situación no significa que los países puedan bajar la guardia. Se trata de que los países hagan la transición del modo de emergencia al manejo habitual de la COVID-19 junto con otras enfermedades infecciosas, como podría ser la gripe.
El anuncio no ha sido una sorpresa. Tras la última reunión del comité de emergencia, a finales de enero, Tedros reconoció que la pandemia probablemente se encontraba en un punto de transición. Cabe destacar que esta no ha sido una decisión repentina. Es una decisión que ha sido considerada cuidadosamente durante algún tiempo, planificada y tomada sobre la base de un análisis cuidadoso de los datos
¿Qué significa realmente el final oficial de la COVID-19?
Una emergencia de salud pública de interés internacional (ESPII), se define por la OMS como un evento extraordinario que constituye un riesgo para la salud pública de otros países a través de la propagación internacional de enfermedades. Se trata del nivel más alto de alarma de salud pública internacional. La ESPII de COVID-19 se declaró el 30 de enero de 2020. En la práctica, esta decisión obligó a los países a comenzar a informar casos a la OMS para crear una vigilancia mundial. De modo que una ESPII indica a todos los países que deben prepararse.
En los tres años, tres meses y cinco días que han pasado desde que se estableció la ESPII de COVID-19, los países han informado a la OMS de casi siete millones de muertes. Pero el número real de muertes por la pandemia podría ser de dos a tres veces mayor, según estimaciones de la OMS.
En realidad, no existen reglas estrictas y rápidas para determinar cuándo termina una ESPII. De hecho, podríamos decir que todavía estamos en una pandemia, solo que estamos en una etapa diferente en la que ya no estamos viendo grandes números de muertes y presión en los hospitales. El final de la ESPII es un reconocimiento de que el SARS-CoV-2 ya no es una emergencia, pero estará presente por mucho tiempo.
Aunque dice que la decisión es pragmática y razonable, pueden preocupar los efectos sobre los recursos y la disponibilidad de pruebas de diagnóstico, vacunas y tratamientos.
¿En qué nos afecta?
En realidad, no está claro si esta decisión tendrá mucho impacto, dado que muchos países ya han estado relajando las medidas para combatir el COVID-19. Además, la atención política a la pandemia se perdió mucho antes de esta decisión. Incluso mientras la COVID-19 sigue siendo una causa importante de muerte en determinados países, podría decirse que los gobiernos han decidido poner sus energías en otra parte.
Lo que es realmente importante es distinguir entre el final de la ESPII y la decisión de los países individuales de poner fin a sus emergencias de salud pública. Estados Unidos, por ejemplo, anunció que su emergencia sanitaria por el COVID-19 terminó el 11 de mayo. Eso significa que cesará parte de la búsqueda y la vigilancia de sobre la COVID-19 y algunos residentes de EE.UU. podrían perder el acceso a pruebas, vacunas y tratamiento gratuitos frente a esta enfermedad. En un sistema sanistario no universal, esta declaración puede que empeore el acceso a diagnósticos y tratamientos en determinados sectores de la población.
A cambio de la declaración de ESPII, la OMS ha establecido un comité de revisión para desarrollar recomendaciones a largo plazo para los países sobre cómo manejar COVID-19. La OMS ya ha publicado una versión actualizada de su plan estratégico de preparación y respuesta para COVID-19, que describe las acciones que los países deben tomar en los próximos dos años.
Lo verdaderamente importante es asegurarse de que los países no den la espalda al tratar de aprender las lecciones de COVID y reforzar su preparación para futuras pandemias.
Fuente: Nature
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel