Llegando al final del año 2022, es momento de hacer resumen. Mirando la vista atrás en uno de los aspectos en los que más experiencia tenemos, vemos que las estadísticas nos dicen que los casos de infecciones por VIH han caído en los últimos 10 años. Bien. Sin embargo, esta caída ha ido acompañada de una espectacular subida de infecciones de transmisión sexual como la gonorrea, sífilis o clamidia. Si vamos al detalle, los hombres son los más afectados. Pero ojo, en mujeres han aumentado más de un 1.000% en esos últimos 10 años. ¿Cómo se explica esto?
Posibles causas de la espectacular subida de infecciones de transmisión sexual
Buscando posibles causas a este efecto, cabe pensar en una mayor facilidad para tener relaciones y menos miedo al sida. Además, este fenómeno es global. Aunque la mayoría de estas infecciones, que curiosamente están causadas por bacterias, se producen en hombres. Pero no hay que perder la vista a que el incremento en mujeres ha sido espectacular: más de un 1.000% en una década. En los últimos 10 años con registros, la transmisión del VIH ha bajado un 22,6%, hasta las 2.786 infecciones anuales. Mientras, las de gonorrea se han multiplicado por seis (12.359 casos) y las de sífilis se han más que duplicado (5.822).
En este sentido, es interesante ver el efecto de la pandemia causada por la COVID-19. Los datos indican que, tras un respiro en el primer año de pandemia, fruto del menor contacto social, el crecimiento de estas infecciones vuelve a ser vertiginoso.
Las aplicaciones para citas también facilitan mucho los encuentros sexuales en cualquier momento y lugar con personas desconocidas. Y no podemos olvidar el crecimiento del chemsex (sexo bajo estímulo de estupefacientes) que va acompañado de prácticas de riesgo.
Preocupación adicional por ser infecciones bacterianas
Al tratarse principalmente de infecciones causadas por bacterias, siempre puede administrarse un tratamiento con antibióticos. Pero al aumentar este tipo de infecciones, los médicos advierten de que cada vez resultan menos eficaces por las resistencias microbianas, una de las grandes preocupaciones de salud pública. Lo que normalmente se cura con un tratamiento antibiótico sencillo puede acabar con complicaciones graves, incluso la muerte.
Junto con el uso del preservativo, el chequeo rutinario es la mejor medida para frenar las ITS. El uso del condón debería ser más accesible de lo que lo es actualmente. Por ejemplo, Francia ha anunciado que serán gratuitos para las personas de entre 18 y 25 años. Además, deberíamos como sociedad eliminar el estigma de las pruebas frente a infecciones de transmisión sexual.
Y, ¿qué hacemos?
Campañas de publicidad como la del Póntelo, pónselo, concienciando del uso del condón, lograron un gran impacto beneficioso. Si bien, es una campaña de finales de los años ochenta, que apuntaba a una sociedad aterrorizada por el sida. Entonces el sida suponía una condena a muerte casi segura, y ahora empieza a verse como una enfermedad crónica. También es posible que el acceso a la Prep, un tratamiento preventivo que evita la transmisión del VIH, pueda estar también contribuyendo. Además, quien recibe este tratamiento tiene que someterse a chequeos rutinarios, lo que también hace aflorar infecciones que de otra forma quedarían ocultas.
La última campaña del Ministerio de Sanidad, bajo el lema Sal como quieras, pero no salgas sin condones, está dirigida a la población joven. Y es que los datos muestran que el 45% de los jóvenes entre 15 y 29 años ha practicado sexo sin protección, a pesar de que en su mayoría conocen los riesgos. Un 25% dice hacerlo de forma habitual y un 15% confiesa que le compensa, aunque exista la posibilidad de contraer infecciones sexuales. Así, muchos expertos en infecciones de transmisión sexual cuentan que se ha relajado mucho el uso del preservativo.
Por nuestra parte, ponemos a tu disposición una app totalmente gratuita en la que podrás conocer el grado de riesgo en base a la práctica sexual desarrollada.
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel