El dengue es una enfermedad que nos puede sonar… lejana. Tiene su origen en una infección viral con Flavivirus, que se manifiesta con fiebre, dolor de cabeza, muscular y en articulaciones, vómitos y sarpullidos, aunque a veces puede ser asintomática. Esta enfermedad es endémica en muchos países de centro y Sudamérica, África, Medio Oriente, Asia y las Islas del Pacífico. Entonces, ¿es posible un dengue español?
Los síntomas no son demasiado específicos (salvo el sarpullido), pero hay una característica que puede ayudar a identificar el dengue: la picadura de un mosquito. Y es que una particularidad del dengue es que su transmisión se da a través de la picadura del mosquito tigre. Si este mosquito pica a alguien infectado, y vuelve a picar a otra persona, esta segunda persona puede infectarse. En estos casos, al mosquito se le conoce como “vector” de la enfermedad. Esta misma forma de transmisión se da en la transmisión del virus del Zika o el Chikinguña. ¿Y por qué trago el dengue hoy aquí? Porque recientemente hemos tenido casos de dengue español.
¿Un virus del dengue español?
Bueno, digamos que es una forma de hablar. Lo cierto es que desde las autoridades sanitarias alemanas alertaron de que habían detectado dos brotes de infección por dengue. Esto ocurrió entre agosto y octubre del año pasado. ¿Qué tenían en común esos dos brotes? Que las personas que mostraron esta infección habían pasado por Ibiza. Casi podríamos hablar de infecciones por virus del dengue… ibicenco.
Lo cierto es que un elemento fundamental para que pueda propagarse el dengue es que existan mosquitos tigre. Y en España, los tenemos al menos desde el 2004 y en concreto en Ibiza, desde el 2014. Es decir, tenemos el vector en territorio nacional. Pero, ¿y el virus?
Vigilancia del dengue español
A partir de los datos facilitados por las autoridades alemanas, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), el mismo centro que gestionó las alertas durante la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 causante de la COVID-19, inició el rastreo de casos. Los investigadores llegaron a la conclusión de que el primer caso más probable se trataba de una persona residente en Madrid, procedente de Méjico… país en el que el dengue es endémico. Y esto explicaría la aparición del dengue español.
¿Y qué hacemos?
Y ahora, ¿qué? ¿Cuánto debemos preocuparnos? Las autoridades sanitarias de las Islas Baleares se han puesto en marcha para tomar las medidas correspondientes. En estos casos, el principal control se ejerce sobre el vector, sobre el mosquito tigre en este caso. Se ha programado una inspección entomológica, que significa una vigilancia de mosquitos. Estas vigilancias consisten en capturar mosquitos tigre y buscar si portan virus del dengue.
En este caso, jugamos con una ventaja: aún no es temporada alta de mosquitos por venir del invierno, estación del año en que los mosquitos no son tan frecuentes, como bien sabemos. En cualquier caso, la detección de la infección es relativamente fácil en laboratorios especializados, con lo que, ante posibles sospechas, no sería difícil detectar esta infección y establecer las medidas de cuarentena necesarias.
Algo que nos ha enseñado la pandemia de la COVID-19 es que la rápida detección de infecciones y su manejo mediante cuarentenas puede ayudar a gestionar brotes infecciosos. Con los casos de dengue español tenemos otro ejemplo. Y también de cómo la ciencia proporciona herramientas para gestionar estas situaciones.
Fuente: Ministerio de Sanidad
Autor: Dr. CArlos del Fresno Sánchez; @arlosdel