Ya hablamos en su momento del origen del SARS-CoV-2. Durante los primeros momentos de la pandemia, cuando ya empezábamos a utilizar esta palabra, en China, en torno al mercado de animales vivos de Wuhan, se tomaron muestras de animales vendidos allí. La comunidad científica tiene ahora acceso al primer análisis revisado por pares de las muestras chinas. Los resultados confirman resultados positivos para SARS-CoV-2 en aquellos animales. Estos son de manera cierta, los primeros datos científicos sobre el origen del SARS-CoV-2 sin interferencia aparente de agentes gubernamentales.
Y es que investigadores del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades han publicado un análisis muy esperado de muestras tomadas a animales en el mercado de Wuhan, China. Se trata de hisopos nasales, si, si, esos palitos que nos acostumbramos a meter por nuestras narices.
Los nuevos datos científicos sobre el origen del SARS-CoV-2
El análisis, publicado en la prestigiosa revista Nature el pasado 5 de abril, confirma que algunos de los hisopos del mercado de Wuhan, que cerró en enero de 2020, contenían muestras positivas para SARS-CoV-2. Esto sugiere que es posible que un animal haya sido un huésped intermedio del virus que se propagó para infectar a los humanos. Pero los investigadores dicen que los últimos hallazgos aún no brindan una prueba definitiva de que el SARS-CoV-2 se originó a partir de un evento de contagio de animal a humano.
Aun así, los investigadores afirman que la publicación de los datos genómicos, que se han depositado en repositorios abiertos, es crucial, porque permitirá más análisis que podrían ofrecer pistas sobre el origen de la pandemia. Y es que se trata de uno de los conjuntos de datos más importantes a los que hemos tenido acceso desde el surgimiento de la pandemia. Y es importante destacar algo aquí: existen porque en su momento se hicieron las cosas correctas.
Acerca de la polémica…
Si bien, es cierto que, aunque los hisopos, que se recolectaron en enero de 2020, brindan información útil sobre qué animales había en el mercado, se necesitan incluso muestras anteriores para encontrar los orígenes de la pandemia. Pero a la vez hay que destacar que este trabajo es el último de una serie de análisis publicados de estas muestras de mercado, pero el primero en ser revisado por pares. Además, ya teníamos datos que indicaban la presencia ambiental de SARS-CoV-2 en ese mercado, pero esas muestras ambientales no confirmaban que alguno de los animales presentes estuviera infectado con el virus.
Este trabajo científico da peso a una de las dos teorías en competencia sobre cómo comenzó la pandemia de COVID-19. Se ha debatido si tuvo un origen natural, con un virus que pasó de animales a humanos, o si surgió de una fuga de laboratorio en el Instituto de Virología de Wuhan.
El mercado ha estado en el centro de la teoría del origen natural porque varios de los primeros casos conocidos de COVID-19 estaban vinculados al mercado. Se sabe que los animales que se vendieron allí son huéspedes de virus respiratorios, que incluyen el SARS-CoV-2. Sin embargo, la hipótesis de la fuga de laboratorio cobró impulso en 2021 y no se ha descartado definitivamente.
¿Qué animal fue?
Los hallazgos respaldan la hipótesis del origen natural. Es importante destacar la presencia de muchas especies de animales salvajes en ese mercado, lo que significa que podría haber ocurrido una expansión viral que resultó en la pandemia de COVID-19. Algunas de esas especies, como los perros mapaches, tienen el potencial de transmitir infecciones por SARS-CoV-2. El estudio también ofrece pistas sobre el papel del mercado en el origen de la pandemia. En las primeras semanas del brote, circulaban dos cepas de SARS-CoV-2, denominados A y B. Inicialmente, las pruebas identificaron solo la cepa B en el mercado. Esto llevó a algunos investigadores a concluir que el mercado podría haber actuado solo como un sitio para un evento temprano de “superpropagación”, porque se cree que la cepa A es anterior. Pero el estudio actual ha encontrado también muestras de la estirpe A. De modo que esto apoya el origen de la propagación del virus desde el mercado.
Los datos no apuntan claramente a un animal específico como huésped intermediario que transmitió el virus a los humanos. Pero este trabajo apunta a algunos animales concretos, incluidos los perros mapaches, que se pueden estudiar como transmisores del SARS-CoV-2.
Fuente: Nature
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel