La prestigiosa revista Science elige al final de año el que considera el trabajo que supone el avance científico más importante del año. En el pasado año 2024 ha sido un trabajo centrado en el fármaco lenacapavir. Se trata de un tratamiento frente al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Veamos por qué este avance contra el virus del SIDA es el mejor de 2024.
¿Qué es el lenacapavir?
Se trata de uno de los más de 30 medicamentos antirretrovirales de los que disponemos actualmente para combatir la infección por el VIH. Sin embargo, tiene algo que lo distingue de los demás: su impresionante capacidad de prevenir la infección. Y es que una inyección de lenacapavir reduce las infecciones por VIH en un 99,9%. Estos datos son similares entre mujeres y hombres.
Sin duda, con estos resultados, el lenacapavir mejora significativamente la eficacia de otros tratamientos profilácticos previos a exposición (PrEP) disponibles actualmente.
¿Cómo funciona lenacapavir?
Para explicar su mecanismo de acción tenemos que conocer un poco de la estructura del VIH. Se trata de un virus que tiene una envuelta que recubre una estructura interna conocida como cápside. Esa cápside contiene todos los elementos que usa el virus para ser activo en la infección.
Pues bien, el lenacapavir es un inhibidor de la cápside viral. Al inhibir este componente, lenacapavir evita la transferencia del contenido viral a la célula infectada. Al unirse a la cápside, la desestabiliza evitando que el virus se replique.
Pero, además, también actúa evitando que el virus forme nuevas cápsides. Así lenacapavir evita la expansión del VIH por dos mecanismos, evitando la infección del virus que nos contagia, y evitando la generación de nuevos virus. Esta doble acción justifica su gran efectividad.
¿Alguna ventaja más?
Pues sí. Una ventaja extra en comparación con otros antirretrovirales es su forma de administración. La mayoría de estos fármacos se toman en pastillas diariamente. Sin embargo, lenacapavir se administra mediante una inyección subcutánea cada seis meses.
Con dos inyecciones al año, se reduce la posibilidad de olvido, como ocurre en el caso de las pastillas. A pesar de esto, para asegurar el control efectivo del virus, lenacapavir se administra en combinación con otros antirretrovirales. Mejor pasarse que quedarse corto, ¿no?
Actualmente lenacapavir se administra sólo a pacientes con VIH que son resistentes a otros fármacos antirretrovirales y, dentro de ensayos clínicos. El objetivo de estos estudios es que este fármaco se acabe suministrando de forma preventiva a lo largo del 2025.
De modo que aquí tenemos otro ejemplo del valor de la ciencia. Traducido en un nuevo tratamiento para una enfermedad que cada vez es menos mortal.
Autor: CArlos del Fresno, @arlosdel
Fuente: New England Journal of Medicine